viernes, 10 de diciembre de 2010

Optimiza la vida de tu vehículo

Honda Accord. Cortesía: Autos.terra.com

No es cuestión de lujo. El vehículo en la actualidad se convierte en aliado indispensable de los quehaceres diarios: salir temprano de casa, ir al trabajo, hacer múltiples diligencias y, de nuevo, retornar al hogar, generan sin duda una constante acumulación de kilómetros y cierto desgaste en los mecanismos de tan importante envergadura automotriz. No importa la marca, diseño, tamaño o potencia, igual requiere de cuidados y una serie de mantenimientos para estar en óptimas condiciones.
Debe tener en cuenta diez aspectos importantes para el cuidado y mantenimiento de su vehículo; es recomendable chequear, por lo menos, dos veces por semana la condición y estado de algunos equipos y dispositivos del carro o camioneta, tal como lo afirma Christofanne D´Maccio, técnico automotor. 

Revisar las conexiones y niveles de amperaje de la batería es fundamental para saber el rendimiento del resto de los sistemas; mientras mayor capacidad y carga posee la batería mejor será el rendimiento de cada uno de los equipos y dispositivos del vehículo.

Verifique los niveles de aire
D´Maccio recomiendo a los dueños de camionetas, sobre todo, verificar los niveles de presión de los cauchos, “puesto que son más propensos a sufrir ciertos daños” por la creencia de que “como son grandes se puede hacer de todo mientras conducen”.
Quizás no sea recurrente en los vehículos nuevos, pero es necesario observar los niveles de temperatura; si esta llega a sobrepasar los niveles estándares pueda que su vehículo sufra un recalentamiento, lo que continuamente fundiría el motor, afectando así la principal maquinaria de la envergadura.
Cuando el vehículo esté frío, compruebe si los índices de agua del radiador son precisos, pues parte de la vida del motor depende de la temperatura, evite sobrecalentamientos. Igualmente revise el aceite del motor, dirección y sistema de frenos. Los especialistas en técnicas automotrices recomiendan la revisión del sistema de frenos, normales y de mano. Christofanne D´Maccio comenta “que es lo que más se usa al conducir en el tráfico citadino”. “El chequeo de pastillas y bandas debe realizarse por lo menos una vez al mes”. Si posee un vehículo sincrónico o de cambios debe verificar el sistema de embrague.
Dependiendo de la potencia emitida por la batería del vehículo será la calidad en el sistema eléctrico. Aunque no represente un mal mayor, hay que tomar en cuenta la condición de cables, conexiones, cabezales, terminales, bobinas, etc. Oscar Rodríguez, ingeniero electromecánico, explica que “los vehículos nuevos poseen, por la rapidez de producción, fallas en algunas conexiones y enchufes, siendo el detalle más frecuente las luces de freno traseras que no prenden”.
Tenga el motor en óptimas condiciones
Se insta a verificar cotidianamente las correas y tensores del motor y aire acondicionado, es recomendable estar al tanto de las condiciones de todos los sistemas rodantes y tensores del vehículo.
La caja de transmisión y el sistema de dirección dependen, fundamentalmente, del trato que dé el chofer al vehículo, afirma D´Maccio. “Cambiar el aceite y revisar las conexiones a tiempo garantizará el mejor funcionamiento de los equipos”.
Es fundamental revisar los faros delanteros y traseros del vehículo, así evitamos tener consecuencias mayores por la no proyección de luz en un frenado repentino.
Christofanne D´Maccio,  recomienda a los dueños de vehículos, relativamente, nuevos “llevarlos a especialistas según sea la falla que presente”. Aquellos que poseen un carro con ciertos años de antigüedad deben tener asistencia especializada que sepa manejar los sistemas y mecanismos que requiera el vehículo.
Por cuestiones de rendimiento y economía vehículos pequeños, pero sobre todo camionetas, salen al mercado bajo sistema de combustión diésel, que genera mayor régimen de fuerza en un número menor de vueltas del pistón, a diferencia del motor a combustión con gasolina. A continuación mostraremos un video que explica el funcionamiento de este sistema.


Video cortesía: Youtube.com


domingo, 5 de diciembre de 2010

Hijo predilecto: Camry 2011

Sin notables cambios en su fenotipo llega el nuevo Toyota Camry 2011. Este vehículo clásico de la marca japonesa trae la misma línea del concepto anterior, sin embargo posee cambios internos que garantizan a sus pasajeros un exclusivo confort.

Desde 1990 el Toyota Camry ha sido el vehículo con más demanda en los Estados Unidos y parte de América Latina debido a la comodidad, confiabilidad y durabilidad de su motor, uno de los más óptimos en vehículos sedán. Según estadísticas de Toyota International, "más del 94% de los modelos vendidos desde 1990 siguen circulando en EE.UU. y Latinoamérica", lo que se traduce en confianza por la marca.

El Camry 2011 mantiene el mismo concepto y gama de colores del modelo 2010; los pequeños, pero significativos cambios, se observan en los asientos con cueros más lisos y con el nombre del modelo inscrito en los espaldares así como en las cabeceras.

Toyota Camry 2011

Un tablero más tecnológico y con funciones compartidas en el volante de conducción. Un detalle particular es el nuevo switch (encendedor del vehículo) que, al igual que la Jeep Cherokee, enciende a través de un dispositivo USB, mismo que configura las funciones del vehículo.

Más tecnología en las funciones del tablero



Algunas funciones del tablero se comparten en el volante

En el volante encuentras los controles del aire acondicionado

Posee puestos para cinco pasajeros, bolsas de aires al frente del piloto y copiloto, así como a los cuatro laterales, brindando mayor seguridad en casos de accidentes; un sistema eléctrico que hace petición de los cinturones de seguridad. Reproductor de sonido AM/FM/MP3, reloj digital, tablero normal y digital alumbrado con luces blancas, sistema de seguros y ventanillas eléctricos, seguro para niños en los asientos traseros. Los interiores del Camry 2011 vienen en dos tonos: gris (modelo sencillo) y crema (full equipo).


Comodidad y confort en su interior
Comodidad para cinco pasajeros

El motor posee una potencia de 2.4 litros en cuatro cilindros y 3.0 litros en sistema V8, lo que garantiza mayor rendimiento y más potencia. Con relación a sus dimensiones, Camry sigue siendo conservador ante los "grandes y confortables vehículos del mercado", posee un ancho de 1,82 metros, un largo de 4,8 metros y una altura de 1,4 metros; la capacidad del tanque de combustible es de 70 litros, tomando en cuenta la reserva de tres litros.


Un hibrido de lujo

Camry Hybrid 2011
Toyota lanzó también al mercado internacional el Camry Hybrid 2011, un concepto que funciona de manera alternada entre su motor eléctrico y de combustión normal. Posee un motor de 105 kilowatts (cuatro cilindros), en términos generales funciona bajo la misma potencia que un vehículo convencional a gasolina.

La gama de modelos Camry Hybrid poseen un motor 2.4 litros en cuatro cilindros y 147 caballos de potencia (igual que el concepto normal). Su diseño interior no se diferencia de los modelos normales.

El modelo Camry Hybrid 2011 solo se comercializará en Estados Unidos y parte de Europa, América Latina no está descartado, pero no entra entre los posibles países para su venta.
(Con información de agencias)

viernes, 3 de diciembre de 2010

Génesis de una “adicción”

                                                    Deja Vu, Gustavo Cerati

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                                                    Mágico, Gustavo Cerati



Ford Fairlane Grand Torino 1974
Si me preguntan, en realidad no sé de dónde nació mi fanatismo por el 4x4 o por el rally. Desde pequeño, seis o siete años quizás, ya manejaba. Recuerdo que mi padre me sentaba sobre sus piernas, de manera casi irresponsable, para que yo tomara el control de aquel vehículo deportivo, un clásico de la Ford, un Fairlane Grand Torino ´74. El hecho de manejar a esa edad, lo que otros niños no hacían, digo yo, exaltaba hasta su máximo punto mi infantil ego. Hoy recuerdo esos momentos y río… la velocidad que mi papá le ponía al carro, pues yo no alcanzaba al acelerador, era de 40 kilómetros por hora, o sea nada, pero para mi eran los “súper 40 kilómetros por hora”. 

Llevar el control de un Ford Grand Torino a 40 kilómetros por hora teniendo apenas siete años era lo mejor que cualquier otro niño podría haber hecho… me consideraba lo más parecido a Shumager, Alonso o al venezolano Pastor Maldonado. Luego de algunos años… creo que tenía 12 o 14 años me posicionaba como “el dolor de cabeza” de mi papá. Todo lo que quería era manejar, me creía ya un adulto, un adulto que toma Toddy… ¡oh que adulto! Llegar a casa de mis abuelas con las llaves del Fairlane Torino en la mano me daba aires de grandeza, aunque detrás viniera mi papá regañándome por haber caído en uno, dos, tres o cuatro huecos, algo que todavía hago, a pesar de los 21 años que tengo.

Creo que la adicción a la velocidad nace cuando, por primera vez, tomé bajo mi responsabilidad un carro, uno en el que podía controlar el volante, el acelerador, luces y de vez en cuando los frenos… Era un Mitsubishi Lancer GLX que papá había comprado, para mi uno de los mejores carros, versátil y cómodo. Un día llegó “ese día”, manejar un trayecto largo en “mi Lancer”. Mi papá (como verán responsable de mi gusto por manejar) me dijo que tenía que “ser más hombre detrás de un volante” y después me dijo: “Te llevarás el carro hasta Punta de Mata, tu solo”. Yo no lo creía, pero así fue, manejé un largo trecho, 40 o 50 kilómetros, una hazaña para un chico de mi edad, 14 años.

Cortesía: Google. Profesional Rally, Sidney 2010
Siempre digo que “no quiero morir sin antes haber manejado un vehículo de rally profesional”, de esos que van de cero a 250 kilómetros en menos de 10 segundos; rustiquear sería otra meta, tener control de aquellas camionetas que no se detienen ante barro, ríos o cualquier obstáculo. Me gusta la velocidad, pero he sido bien responsable ante el volante: “precaución ante todo” como dice mi mamá. Estoy casi seguro que esta adicción por la velocidad la adquirí viendo a mi papá (que parece el protagonista de este cuento) quien maneja de una manera simplemente espectacular, de forma defensiva, con seguridad y precisión, a veces se excede y parece uno de esos policías que, al mejor estilo de persecución neoyorquina, avanza detrás de ladrones invisibles. Él ha tomado muchos cursos de manejo, tiene experiencia, sabe lo que hace… y viéndolo bien ahora, sé que sus regaños son justificados, quiere, simplemente, que lo haga bien… quizás mejor que él.

Cortesía: Gustavoceratimusica.com.ar
A mis 21 años de edad, y retirado de casa por cuestiones de estudios, me gusta la velocidad tanto o más que el Toddy, otra adicción. En la ciudad donde me encuentro casi no manejo, pero al llegar a casa, mi verdadera casa, soy el “dueño del carro”, bien sea haciendo diligencias o paseando por la ciudad, siempre testigo de mis pocas y muy seguras proezas frente al volante, del Lancer, Cherokee o Camry, pero siempre con total responsabilidad… eso que le conste a mi papá. Ha sido de mi agrado escuchar las rolas de Gustavo Cerati mientras manejo, lo que garantiza mayor pasión, a mi parecer, por la velocidad. Velocidad, música y adrenalina… la combinación perfecta, mientras que la responsabilidad forma el complemento esencial para saber disfrutar de esos “vicios o adicciones de la vida”.

Le doy gracias a Dios por ser mi acompañante eterno mientras estoy detrás del volante, él no habla, no se manifiesta, pero está… ha sido desde los siete años el mayor y más importante copiloto. No suelo pensar mucho en ciertas y curiosas cosas, pero confieso que las veces en que la música se apodera de mi pasión por la velocidad, un coctel perfecto para la muerte, Dios escoge ese momento para que mi pies resbalen del acelerador, evitando así que la velocidad pase los 160 kilómetros por hora. No lo entiendo, pero si es por mi bien, que nunca me abandone este gran acompañante. Igual le pido me conceda la oportunidad de conducir en un rally profesional, pero que esa vez me deje alcanzar la velocidad máxima… ojala los 250 o 300 kilómetros por hora… Por los momentos dreno esta adicción por la velocidad a través de un blog... cosa que estoy considerando un vicio, no tan peligroso.

Me tomaré la atribución de agradecer a mi maestro, mi padre, Freddy Marcano, por enseñarme, las veces que pueda, aquellos detalles para que “un buen conductor tenga éxitos en la carretera”… aunque siempre refuto diciéndole que “cada quien maneja de manera distinta, paciencia y más paciencia viejo…”
Al resto de los lectores, pueda que la velocidad en exceso sea un peligro, pero usar cinturón de seguridad y poner a funcionar la conciencia es un respaldo para disfrutar esas “adicciones” de la vida… así lo veo.

Escrito por: Freddy Marcano (El autor)